Mi práctica clínica aborda diferentes situaciones como son el control de peso y la fertilidad.
No se trata de hacer dieta sino de adquirir hábitos de alimentación saludables.
Las dietas tienen un principio y un final por lo que cuando se concluyen los beneficios obtenidos desaparecen con el tiempo. Además son difíciles de mantener cuando se come fuera de casa. Sin embargo, aprender a relacionarnos con los alimentos, a combinarlos correctamente, a escoger entre lo que más nos conviene en los restaurantes etc, son para toda la vida por lo que el temido «efecto rebote» no aparecerá.